domingo, 10 de octubre de 2021

Un desierto con banda sonora

 


Ya escribí anteriormente, en  Carmina y los desiertos, cuánto me gusta ese paisaje. No esperaba  en la Semana Santa del año 2.000 que iba a añadir uno más a mi lista de desiertos. Nos dirigimos a Uzbekistán con la intención de visitar, tras aterrizar en Taskent, Samarcanda, Bujará y Jiva, las tres perlas de la ruta de la seda. En Asia hay alrededor de veintitrés desiertos o semidesiertos, desiertos que son antiguos y otros que están en formación. Pero hay algunos que son excepcionales y famosos. Son los seis grandes desiertos de Asia:

1. El desierto de Arabia situado em Medio Oriente (de Yemen al Golfo Pérsico y de Omán a Iraq y Jordania).

2.El desierto de Gobi (el más grande de Asia, que ocupa parte de China y Mongolia).

3.El desierto Karakum (en Asia Central, casi todo en Turkmenistán).

4. El desierto Kyzyl Kum, también llamado Qyzylqum, es el 11º desierto más grande del mundo. (en Asia Central, ocupa tierras en tres países: Turkmenistán, Uzbekistán y Kazakstán, ocupando  298 mil kilómetros cuadrados).

5.El Desierto Takla Makan (en el interior de China, ocupa un área de 337 mil kilómetros cuadrados ).

6. El desierto Thar, el Gran Desierto Indio (frontera natural entre India y Pakistán, más del 80 % del desierto está en territorio indio).


Atravesar una parte del desierto de Kizil Kum fue, para mi, un regalo inesperado. El viaje duró varias horas. Estaba atravesado por una carretera aceptablemente asfaltada. Era una llanura inmensa sin nada a la vista. No íbamos a parar en ningún momento, pues no había nada que ver o hacer fuera de la carretera,  excepto alguna yurta aislada o algunas cabras como desparramadas. Me pilló sin nada que leer porque no esperaba esas horas ociosas, de forma que recurrí al reproductor de música. Metí la mano en la mochila y saque una caja al azar, sin mirar. Y salió una ópera de Haendel: Rinaldo. Pensé, buen momento para escuchar una ópera, sin interrupciones ¿en que otro momento iba a disfrutar de tres horas sin cortes? .  Como viajaba sola, el asiento de al lado en el autobús iba vacío. Me quité los zapatos, me puse cómoda con unas almohaditas cortesía de KLM (líneas aéreas holandesas) y me calcé los auriculares de casco y puse el cd. A lo mejor fueron imaginaciones mías pero la música me sonó diferente oyéndola mientras miraba aquella inmensidad. ¿qué hubiera pensado Haendel de haber sabido mientras estrenaba esa ópera en Londres 289 años antes de aquel momento, que su música iba a sonar a través de un desierto  del que seguro desconocía su existencia?



1 comentario:

Isa dijo...

Nunca he estado en un gran desierto, debe resultar sobrecogedor. Contigo descubrí a Joan Sutherland, me apunto la ópera que has mencionado.