jueves, 6 de abril de 2023

Cúpula de la Roca, Jerusalén

 

El informativo de ayer noche me transportó de golpe a bastantes años atrás. Las noticias comenzaban con imágenes de lo sucedido en la "explanada de las mezquitas", donde se encuentran la "cúpula de la Roca" y la mezquita de Al-Aqsa, dos lugares santos para el Islam levantado sobre el solar de lo que fue el templo judío levantado por Herodes el Grande.  En dicha explanada se enfrentaron ayer otra vez palestinos e israelíes. Los palestinos, en su mayoría jóvenes, se hicieron fuertes en Al-Aqsa y desde allí se enfrentaron con la policía israelí y se dio cuenta de dos heridos. Pero lo malo es que  luego vienen las represalias. Milicianos palestinos de la Franja de Gaza lanzaron anoche al menos 34 misiles, tras el disparo de más de una decena de proyectiles en respuesta a los disturbios entre la Policía israelí y fieles musulmanes, atrincherados en la mezquita de Al-Aqsa.

Aquellas imágenes me llevaron a dos fechas: a mis primeras clases de la asignatura "Arte islámico" en 4º de carrera, donde uno de los primero monumentos que se estudia es la Cúpula de la Roca y a mi viaje a Israel en el verano de 1.997. En ese viaje completé un ciclo, después de viajar a Siria, Jordania, Iraq, Líbano, Egipto. Hasta ese momento Israel era un como un agujero negro que yo deseaba colorear desesperadamente antes de seguir conociendo países de Asia. Verme ante la "cúpula de la Roca", llamada así por cubrir el afloramiento rocoso que los musulmanes  piensan que se corresponde con la cima del monte Moria (sin identificar hasta el momento), donde Abrahám estuvo a punto de sacrificar a Isaac y que relacionan con un viaje milagroso de Mahoma desde La Meca a Jerusalén (llamado Isra), específicamente al lugar conocido como Masyid al-Aqsa (lo que se traduce por "la mezquita más lejana"). Isra fue seguida por el Mi'rāŷ, su ascensión al Cielo en un caballo con alas, donde según el hadiz recorrió los siete cielos y se comunicó con profetas que le precedieron, como Abraham, Moisés o Jesús.

A estas alturas no le veo ninguna solución al problema judío-palestino y he perdido la confianza de llegar a conocer el final de este conflicto. 



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