Hace 85.000 años, una gran erupción que envió cenizas volcánicas hasta Florida y Panamá hizo que el terreno se hundiera y se formara un gran agujero que pronto se llenó de agua: el lago Atitlán. Miles de años después emergieron de las aguas de la parte sur del lago otros volcanes: el San Pedro, el Atitlán y el Tolimán. Cruzar en barca este lago rodeado de volcanes bien vale las tres horas de autobús desde Antigua, y eso sin contar la visita de los pueblos situados en las orillas.
Por cierto, antes de salir para esa excursión en barco a través del lago yo estaba desayunando muy tranquila en Antigua, en el hotel. Yo viajaba sola y estaba sentada en una mesa redonda puesta para ocho personas. A mitad de mi desayuno, una señora mexicana se sentó en la misma mesa. Unos minutos después la señora se levanta apresuradamente y se mete debajo de la mesa. Yo comprendí en seguida: el suelo estaba temblando. Curiosamente no me alteré lo más mínimo. El camarero se dirigió a mi diciendo: "Tranquila, este es de los flojitos". Yo ni siquiera solté la taza. puede decirse que estaba "disfrutando de la sensación de sentir un terremoto". Cuando todo pasó, la mexicana salió de debajo de la mesa y, como un poco avergonzada me confesó que, desde el terremoto de México de 1.985, le aterrorizaban y no podía evitar hacer lo que había hecho. Le sorprendió que yo hubiera continuado desayunando con tanta sangre fría. Fue mi primer terremoto y el único real. Después experimenté otro, pero falso, en un simulador de terremotos en el Museo de la Ciencia en Londres, cuando llevé a 35 alumnos de 3º de BUP a esa ciudad. Sinceramente, yo he estado en atracciones de feria que resultan más desagradables que aquel terremoto de Guatemala. He buscado los datos. Fue el 2 de marzo de 1,998 y, efectivamente no hubo muertos ni heridos ni se reportaron daños materiales. La intensidad fue de 5´6.
2 comentarios:
Entre los sitios que me faltaron por conocer cuando estuve en Guatemala, está el lago Atitlán. Espero poder volver algún día a ese precioso país a conocerlo, dormir en Antigua en el hotel Santo Domingo,conocer el mercado de Chichicastenango ...
Concha, las tres cosas que te faltan yo las hice. Si puedes, procura que la visita a Antigua te coincida con la Semana Santa. Las procesiones de allí tienen fama y son muy curiosas, además de las preciosas alfombras de flores que hacen por las calles. También estuve en esa ciudad en un taller de trabajo del jade, donde puedes comprar a precios bastante apañados, aparte de que te explican todo el proceso y puedes ver como trabajan los artesanos.
Publicar un comentario